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Hay pocos lugares que concentren tantos puntos de interés para el patrimonio cultural y natural de Lanzarote como la Cueva de los Verdes, una gruta de aura mitológica, cargada de leyenda y llena de características paisajísticas de extraordinaria belleza y singularidad.
Formada a raíz de la actividad eruptiva del Volcán de la Corona, es una de las maravillas más sorprendentes que esconden las entrañas de Lanzarote. Utilizada como escondite de la población frente a los ataques e invasiones de los piratas procedentes del norte de África durante los siglos XVI y XVII, en el XIX se convirtió en visita obligada para viajeros, eruditos y científicos europeos fascinados por esta singular formación volcánica que, paradójicamente, debe su nombre al apellido de una familia que guardaba su ganado en los alrededores, según cuentan.
En la década de los 60 del pasado siglo, el Cabildo de Lanzarote recurrió al artista majorero Jesús Soto, quien se convertiría a la postre en estrecho colaborador de Manrique, para la adecuación de este santuario natural de origen volcánico que se ha convertido en foco de atracción para miles de visitantes que anhelan descubrir su secreto. Soto ordenó la visita y desplegó todo su conocimiento del tratamiento de la luz y la sombra para extraer la luminosidad de la piedra y realzar las formas caprichosas que la lava fue dejando atrás en su devastador camino.
La gama cromática de ocres, grises, negros y rojizos reinan en este paraíso de la oscuridad y se mimetizan por efecto de la luz para dibujar grotescos paisajes y espectaculares estructuras rocosas que sorprenden al visitante. Adentrarse en la Cueva de los Verdes es, sin duda, realizar un viaje iniciático al centro de la tierra. (Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote)
There aren’t many places that gather as many areas of interest for the cultural and natural heritage of Lanzarote as Cueva de los Verdes, a unique mythological-looking cave, full of legends and extraordinary landscape and beauty.
It came about after the eruption of the Volcán de la Corona, and it’s one of the most impressive hidden wonders in the depths of Lanzarote. It was used as a hideout by the locals who needed shelter to protect themselves from invasions and attacks of pirates coming from the north of Africa during the 16th and 17th Centuries. In the 19th Century, it became a must for travellers, experts and European scientists due to the uniqueness of this volcanic territory, named after a family that kept their cattle in the area, the story goes.
In the 1960s, the Cabildo of Lanzarote turned to artist from Fuerteventura Jesús Soto, later in close collaboration with Manrique, to adapt this natural volcanic sanctuary that has become an attraction for thousands of visitors who wish to unveil its secret. Soto used his knowledge and focused on the lights and shadows to make the most of the brightness on rocks and highlight the shapes left by the lava on its way.
The range of ochre, grey, black and red shades take over this dark paradise and imitate the light drawing grotesque landscapes and spectacular rocky structures to the amazement of visitors. Going into Cueva de los Verdes is, without a doubt, going on a journey to the centre of the earth.
Una visita muy curiosa, con sorpresa al final. Muy recomendable.
A very interesting visit, with surprise at the end. Highly recommended
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M.Carmen