viernes, 16 de septiembre de 2016

Cùil Lodair - Culloden Moor


Hoy era uno de los días más esperados.

Después de leer tanto sobre la batalla de Culloden en 1746, la última en suelo británico y que marcó el fin de los clanes, el kilt y el folklore escocés, tenía muchísimas ganas de ver el lugar en que aconteció.

El edificio principal alberga una exposición muy ilustrativa de la última de las rebeliones jacobitas.

Una proyección audiovisual utilizando como pantalla las cuatro paredes de una sala, hace que te veas inmerso en la batalla.

Los jacobitas por un lado, agotados y hambrientos, con poco más que sus espadas como armas, y por el otro, los ingleses, descansados, armados con cañones y dispuestos a ganar.

La batalla apenas duró una hora. Y una vez fuera del edificio, en el campo, te das cuenta por qué.

La salida al campo de batalla te deja sin aliento. Un brezal enorme. Salvo las zonas de paseo adecuadas para la visita, el campo estaba encharcado aún en agosto. Y hacía rasca. Imaginaos la zona en abril.

No tenían ninguna posibilidad. La lucha puede parecer hasta romántica. Una causa totalmente perdida.

Las piedras que marcan los clanes que participaron en la batalla, recorren todo el paseo. Si has leído la serie de libros de Outlander, sabrás por qué me hice la foto junto a la piedra del clan Fraser y por qué guardé un ramillete de brezo en mi artjournal.





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M.Carmen